Estamos en cualquiera, ayer me subí al tren para conseguir lugar lo más apurado como pude por el sueño que tenía como todo el mundo , y cuando me voy a sentar en un asiento el flaco de al lado pone el bolso o lo que sea que tenía y me dice con voz de... de no se qué pero no me gusto: "Está reservado." A esto yo digo: "¿Cómo que está reservado?" ya que como toda persona normal sabe, los lugares de los transportes públicos no se reservan para nadie (incluso para las embarazadas y discapacitados o como ahora les gusta decir a la gente: "de movilidad reducida"). En fin de repente viene una gordita corriendo y se sienta mientras yo estaba perplejo por lo que me habían dicho. Me senté en otro lugar y unos segundos más tarde recapacité y me arrepentí de no haber agarrado el bolso o lo que sea que tenía, sacarlo y sentarme. Pero bueno, son esas cosas que pasan, solo quería contar un poco esto para que no le pase a nadie más y que si llegan subirse en el San Martín