No sabría decir en qué momento del siglo XX comenzó a gestarse esta enfermedad. Tal vez en 1932 con la aparición de las boleteras, tal vez en 1994 con las expendedoras automáticas. Quizás en cualquier otro momento. Pero se sabe que los colectivos suelen acarrear diferentes personalidades que pueden presentarse juntas o no, a saber: El ciego: Persona no vidente que se le deja un asiento en el momento de acceder al vehículo para protegerlo de posibles golpes ocasionados por frenazos. La embarazada: Mujer embarazada (valga la redundancia) que no siempre liga un asiento, ya sea por cuelgue o maldad de los pasajeros o por miedo a preguntar si está embarazada o simplemente es gorda. La señora de las bolsas: Poco tiene que ver con el Hombre de la bolsa, por lo menos se sabe que hay en aquella, pero cuando se trata de la señora de las bolsas es un misterio. Nadie sabe qué lleva dentro de ellas, por qué las lleva y por qué se desespera por un asiento cuando podría sentarse en esas bolsas con