Estoy sin ideas y con fiaca así que mientras tanto publico algo sobre mi trabajo.
Mi laburo no es difícil, pero hay que estar siempre por si pasa algo. Ese "por si pasa algo" se acrecienta en enero ya que no pasa nada, pero uno se las arregla para ir adelantando algunas cosas.
Al lado de mi oficina estaba mi primo que decidió partir a nuevos rumbos y se fue a Nueva Zelanda. Gran pérdida. Antes había uno más que junto con mi primo la pasábamos bastante bien porque al ser los tres de la misma edad aproximadamente, nos hacíamos las clásicas bromas de oficina: ponerle cinta abajo del mouse, desenchufarlo, ponerle cinta al monitor, esconder el monitor, moverle las cosas de un escritorio a otro, y la última fue cuando me escoindieron la computadora, me llenaron de cinta la silla, el escritorio y el monitor (cuadno lo encontré), cuadno le saqué la cinta al escritorio encontré cerca de medio kilo de caquita de agujereadora que no se va más en el cajón.
Hay uno que se prende a delirar, pero siempre está tapado de laburo. Una lástima porque su imaginación es muy amplia y si tuviéramos el tiempo suficiente podríamos irnos quien sabe a donde con sus delirios. Después está otro con el que comparto el gusto por la tecnología y música.
Por último está mi jefa que, entre otras cosas más importantes, se encarga de la parte de asistencia social en el acto. Es decir, viene alguien a pedir plata, si le creen le dan, sino el portero saca una shotgun. Algunos vienen de parte de tal conocido y se les da plata, otros vienen diciendo de tal conocido pero cuando llamás a corroborar, nadie se acuerda.
¿Pero que pasa con esto? Pasa que se necesita al chabón de Lie to Me en algunos casos porque hay algunos que mienten bien y hay que hablarles un rato para ver si logras darte cuenta de si están mintiendo o no. En algunos casos se te pueden quedar hablando por cuarenta minutos sobre el té tibio. Estos son los casos que yo me encargo.
El otro día me llaman para decirme que vino un tipo a pedir plata para unos remedios porque hace dos días que no recibía su dosis. Me saludó muy educadamente, me dijo que se alegraba de verme y estaba tranquilo a pesar de estar temblando y transpirando. Le dije que no podía hacer nada (cosa que era verdad) , que se dirigiera a alguna farmacia donde entreguen esos remedios con los papeles de su enfermedad, pero el ya había ido y no le habían dado nada, se puso más nervioso. Me dijo que le dolían mucho los huesos por el cáncer y que ya no podía más. Me preguntó para que estábamos nosotros si no era apra darle plata, a lo que respondí que justamente para darle plata no era. Le insistí en que nada podía hacer hasta que se levantó, me miro y me dijo que yo estaba bien puesto, que me mandaban a mí a decir que no había plata y que ojalá que nunca me pase algo así. Cuando estaba en la puerta se dio vuelta casi llorando y me dijo "ojala que si te pase, que tengas cáncer y sufras, para que veas lo que se siente", yo le dije "bueno bueno, si usted quiere" y se fue.
Es muy común que venga gente mintiendo y como me parecía que había algo raro me negué a su pedido a pesar de que no estoy autorizado para liberar fondos, mi jefa no estaba, y los directivos tampoco.
Cuando se fue, el que esta en portería me dijo que primero pidió hablar con alguien de los directivos, después con mi jefa y finalmente cuando le dijeron que estaba solo yo dijo "bueh, dale llamalo".
Un rato después averigüé quién era y resultó ser un tipo que cuando le conseguí plata para una garrafa porque se estaba muriendo de frío en la casa el portero me dijo que no le de plata porque siempre iba a pedir con un verso. El tema fue que no estaba el portero y es él quien sabe quién viene siempre con una mentira nueva y quien no.
Asi que después de que me desearon un cáncer vengo escribo esto y me fumo una versión folklórica argentina de guantanamera desde hace una hora y media por el que está al lado de mi oficina.
Mi laburo no es difícil, pero hay que estar siempre por si pasa algo. Ese "por si pasa algo" se acrecienta en enero ya que no pasa nada, pero uno se las arregla para ir adelantando algunas cosas.
Al lado de mi oficina estaba mi primo que decidió partir a nuevos rumbos y se fue a Nueva Zelanda. Gran pérdida. Antes había uno más que junto con mi primo la pasábamos bastante bien porque al ser los tres de la misma edad aproximadamente, nos hacíamos las clásicas bromas de oficina: ponerle cinta abajo del mouse, desenchufarlo, ponerle cinta al monitor, esconder el monitor, moverle las cosas de un escritorio a otro, y la última fue cuando me escoindieron la computadora, me llenaron de cinta la silla, el escritorio y el monitor (cuadno lo encontré), cuadno le saqué la cinta al escritorio encontré cerca de medio kilo de caquita de agujereadora que no se va más en el cajón.
Hay uno que se prende a delirar, pero siempre está tapado de laburo. Una lástima porque su imaginación es muy amplia y si tuviéramos el tiempo suficiente podríamos irnos quien sabe a donde con sus delirios. Después está otro con el que comparto el gusto por la tecnología y música.
Por último está mi jefa que, entre otras cosas más importantes, se encarga de la parte de asistencia social en el acto. Es decir, viene alguien a pedir plata, si le creen le dan, sino el portero saca una shotgun. Algunos vienen de parte de tal conocido y se les da plata, otros vienen diciendo de tal conocido pero cuando llamás a corroborar, nadie se acuerda.
¿Pero que pasa con esto? Pasa que se necesita al chabón de Lie to Me en algunos casos porque hay algunos que mienten bien y hay que hablarles un rato para ver si logras darte cuenta de si están mintiendo o no. En algunos casos se te pueden quedar hablando por cuarenta minutos sobre el té tibio. Estos son los casos que yo me encargo.
El otro día me llaman para decirme que vino un tipo a pedir plata para unos remedios porque hace dos días que no recibía su dosis. Me saludó muy educadamente, me dijo que se alegraba de verme y estaba tranquilo a pesar de estar temblando y transpirando. Le dije que no podía hacer nada (cosa que era verdad) , que se dirigiera a alguna farmacia donde entreguen esos remedios con los papeles de su enfermedad, pero el ya había ido y no le habían dado nada, se puso más nervioso. Me dijo que le dolían mucho los huesos por el cáncer y que ya no podía más. Me preguntó para que estábamos nosotros si no era apra darle plata, a lo que respondí que justamente para darle plata no era. Le insistí en que nada podía hacer hasta que se levantó, me miro y me dijo que yo estaba bien puesto, que me mandaban a mí a decir que no había plata y que ojalá que nunca me pase algo así. Cuando estaba en la puerta se dio vuelta casi llorando y me dijo "ojala que si te pase, que tengas cáncer y sufras, para que veas lo que se siente", yo le dije "bueno bueno, si usted quiere" y se fue.
Es muy común que venga gente mintiendo y como me parecía que había algo raro me negué a su pedido a pesar de que no estoy autorizado para liberar fondos, mi jefa no estaba, y los directivos tampoco.
Cuando se fue, el que esta en portería me dijo que primero pidió hablar con alguien de los directivos, después con mi jefa y finalmente cuando le dijeron que estaba solo yo dijo "bueh, dale llamalo".
Un rato después averigüé quién era y resultó ser un tipo que cuando le conseguí plata para una garrafa porque se estaba muriendo de frío en la casa el portero me dijo que no le de plata porque siempre iba a pedir con un verso. El tema fue que no estaba el portero y es él quien sabe quién viene siempre con una mentira nueva y quien no.
Asi que después de que me desearon un cáncer vengo escribo esto y me fumo una versión folklórica argentina de guantanamera desde hace una hora y media por el que está al lado de mi oficina.
Comentarios
XP
Licenciado: Me encantarìa decir que trabajo para el padrino, me encantarìa. Pero desafortunadamente debo decir que no. Es una institucion de la iglesia bastante conocida.
Un abrazo, Benji