Durante la segunda presidencia de Juan Domingo Perón se gestó un gran desarrollo que no rindió frutos en temas de energía atómica y nuclear. Es conocido el caso del Proyecto Huemul, pero muchos otros proyectos quedaron relegados a un segundo plano. Es el caso de aquel presentado por el ingeniero y sociólogo Válvaro Menéndez.
Dicho proyecto era un plan que contemplaba una actitud preventiva ante la potencial ocupación y sitio de la ciudad por parte de las palomas.
El proyecto se presentó en el despacho mismo del Presidente luego del discurso ante la Asamblea Constituyente para reformar la Constitución aquel 27 de enero de 1949. Válvaro había interrumpido sus vacaciones en Mar del Plata con su familia porque ese era el momento para presentarse ante el General Perón, la cesión de una reunión con el Presidente era algo muy poco común.
Entre café y ginebra, halaron durante largo rato y Perón fue convencido:
"Muy bien Menéndez, el proyecto queda a su cargo, presente el proyecto en diputados y tendrá mi apoyo."
En el circulo interno era conocido como "Proyecto Paloma", y no era nada parecido a sus predecesores. Este constaba de una logística elaborada, investigaciones en psicología, electrónica y estudios de patrones de comportamiento en las aves (por aquel entonces no se sabía que en realidad eran un cáncer y no aves). Anteriores presentaciones proponían el ignorar a las palomas para que sintiéndose poco importantes se marcharan a otros pagos, también la utilización de puré aguado (o engrudo en caso de escasez) sobre las palomas para que quedaran atrapadas en el fango púrico y sea fácil su captura. Un caso más extremo proponía la motivación a la caza de palomas a través de una fuerte difusión publicitaria.
El Proyecto Paloma no solo apuntaba al control de las palomas sino a que presentaba la posibilidad de llegar a una sociedad unida contra las palomas. Una sociedad peronista contra las palomas.
La propuesta incluía un alto gasto, pero la recompensa sería aún mayor. Se estimaba un aumento de los impuestos en un 2,3% lo que significaría una alta participación de Perón en los actos públicos.
La técnica de Válvaro Menéndez, a grandes rasgos claro está, consistía en utilizar un panel de psicólogos que seleccionarían personas capacitadas para formar el primer escuadrón anti-paloma a favor de los humanos. Dicho escuadrón iría armado con unas pistolas de electrochoque que dispararían un cable con punta afilada capaces de clavarse en las palomas y provocar una descarga eléctrica de 2,82 gigawatts, el equivalente a dos rayos. Al finalizar el día, un grupo de limpiadores se encargaría de quitar de la vía pública los restos de las palomas y conducirlas a comedores comunitarios donde se esterilizarían y se alimentaría a personas necesitadas de comida.
El plan nunca logró ver la luz, tal vez por el miedo de los diputados a que haya armas en la vía pública, por el gasto que implicaba o quizás por la prematura muerte de Válvaro Menéndez, director del proyecto, y la caída de Perón del poder en 1955 . Esa incógnita quedará presente. Quedará presente junto con otras, como ¿que pasó con los otros proyectos de Válvaro Menéndez? Se dice por ahí que su esposa se los tiró a la basura por error, pero nunca fue probado.
Primer boceto de la cúpula sobre Bs As con el sistema de refrigeración. |
Entre esas ideas se encontraban elaborados planos para ofrecer losa radiante a toda la ciudad y una red de aguas subterráneas para mantener hidratada la ciudad y poder así poner una cúpula de vidrio con filtro UV sobre Buenos Aires que dejara la lluvia afuera y permitir la habilitación de un sistema de aire acondicionado para refrigerar la ciudad en verano. Cosas que nunca se verán de nuevo, como la mente original de Válvaro Menéndez.
Comentarios
Saludos
Anacoreta: Mande nomás, aca se espera
Mery: Presentá el proyecto!