Miedo, desastre, ira, desesperación. Además de las sensaciones que genera la zona, deberían ser los nombres de las calles que lindan el Palacio del Congreso.
Yo solo quería ir a comprar unas gotas de flores de California a la farmacia. Para eso me tenía que tomar el subte en Plaza de Mayo en cuanto saliera de trabajar y de ahí hasta la estación Congreso. Caminaba dos cuadras y listo.
Oh ingenuo de mí, la desgracia que me esperaba.
Nunca me gustó la línea A, prefiero la B o la D, como todos. El tema es que hace tiempo me cruzo con agujeros negros/portales, he escrito sobre eso ya. Ayer pasó de nuevo, pasé de la estación Sáenz Peña a Alberti. Recién ahora me vengo a enterar que Pasco y Alberti son semiestaciones, pero de todas maneras, se salteó Congreso.
Me bajo en Alberti justo antes de que se cierre la puerta porque a la gente le encanta entrar antes de que salgas, para tomármelo del otro lado y volver a Congreso, pero claro, yo no sabía lo de las semiestaciones . Al no encontrarla y al ver el Palacio me encamino (los mapas del subte no sirven, sépanlo).
Todas las mujeres en esa zona se visten como y parecen hombres. Todas. La gente caminaba desesperada, como queriendo salir de ese lugar. Yo, contra la corriente me abría paso entre la turba y andamios hacia mi destino: la farmacia "Cangallo". Siendo socorrido vía twitter me entero que hubo problemas en algunas líneas de subte, y de repente me acuerdo: "aaah hoy era la marchacontra el aborto, y estoy en el Congreso... aaaaah con razooón. Tengo que salir antes de que me pisen". Me dirigí a la esquina más cercana para ver en que calle estaba, pero algún gil pensó que iba a ser divertido pintar el cartel con aerosol. Después supe que la calle era Montevideo, así que ya saben: si ven una calle con el cartel pintado, es Montevideo... u otra que tenga pintada el cartel.
Mi celular se queda sin batería. Aparentemente le parece que es re canchero morirse indicando 70% de batería. Por eso no hay fotos que documenten los hechos de ayer.
Con mi habilidad para perderme, sin batería para usar el GPS, gente corriendo para todos lados y con la preocupación de además quedarme sin batería en el iPod fui en busca de indicaciones.
Me metí en lo que parecía un local de productos varios y pregunté:
-Perdón, ¿la calle Perón?
Un joven viajero y el hombre que atendía el local muy amablemente me indicaron que solo me encontraba a dos cuadras de mi calle de destino.
Grande fue mi sorpresa al encontrarme con que la calle Perón no era perpendicular a la que caminaba sino paralela. Tarde llegaría el fin de mi recorrido sino fuera por el humilde viajero y su atendante.
Cuando avisté el cartel que decía "...acia" me quedé tranquilo. Crucé las puertas de la Farmacia, me dieron el líquido ese que pedí y comenzó la odisea de volver a casa. La búsqueda de la calle Mitre para tomarme el 5, caminando nuevamente por su paralela, el caos de la hora pico y el paralítico que me insultó sin razón alguna. Historia para otro momento porque este humilde servidor debe partir en busca de un libro para rendir un final.
Comentarios
Demas esta aclarar que ademas de todo, tiene los vagones viejos, lo mas copado de todo!