Acá va el quinto, el finde no escribí nada porque no tuve ganas. Igual no creo que a mucha gente le importe.
Sintiendo la mesa gravitar en un eje malo, el Niño y el Mago intentaron tostar los campos y colinas con el poder de un loco con forma de Conejo. Pero no lo lograron, las nubes de fruta sabían borrar todo tiempo posible.
Dibujos silenciosos pintan la mente de aquellos que no tienen vacío y conviven con un daemon y un delomelanicón.
Al caer la manzana, dura y esponjosa, el Conejo la llevó a la canasta hecha en profundidad.
La manivela clavó la llave al caer la última gota del día y el Mago tocó la puerta acuosa y térrea del Niño Grande y preguntó por la leche...
Habíale enseñado tantas cosas que había olvidado todas, incluso cuando vino el perro y lo mordió. Olvidó como un no simple y complejo verso podía oxidar un ser en tónica menor de fa.
En sus años de desinfelicidad el artefacto visionario generó tela suficiente como para alimentar el continente medio crudo... pero imposible de ver.
Sintiendo la mesa gravitar en un eje malo, el Niño y el Mago intentaron tostar los campos y colinas con el poder de un loco con forma de Conejo. Pero no lo lograron, las nubes de fruta sabían borrar todo tiempo posible.
Dibujos silenciosos pintan la mente de aquellos que no tienen vacío y conviven con un daemon y un delomelanicón.
Al caer la manzana, dura y esponjosa, el Conejo la llevó a la canasta hecha en profundidad.
La manivela clavó la llave al caer la última gota del día y el Mago tocó la puerta acuosa y térrea del Niño Grande y preguntó por la leche...
Habíale enseñado tantas cosas que había olvidado todas, incluso cuando vino el perro y lo mordió. Olvidó como un no simple y complejo verso podía oxidar un ser en tónica menor de fa.
En sus años de desinfelicidad el artefacto visionario generó tela suficiente como para alimentar el continente medio crudo... pero imposible de ver.
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