Ayer me colgué y no puse nada, acá va el séptimo y último capítulo de la saga.
Aquellas solitarias botas de añejados días denotaban cierta apatía incolora y opaca al rodear el verdín que mecía entre los ecos de las rocas de un jardín hecho con arte, ciencia y magia.
El instrumento de fuego helaba la realidad. Altas drogas balanceaban incoloras en la noche.
Todo esto favoreció al juicio de la verde fruta, cuyo sentir estaba abalotado por la anterior sesión de mayéutica.
Terminó el juicio, la noche cayó, se levantó, y el mal de eje ya tenía su cura.
El Niño grande presentose ante el juez mago y redujo al conejo a cenizas.
-¡Cuánto fuego abarca el mundo!- dijo el conejo.
-¡Sacalo, sacalo ya!- y no lanzaron el producto.
Estaba todo aplanado un poco pero al final pudimos ver que todo valía la pena.
Aquellas solitarias botas de añejados días denotaban cierta apatía incolora y opaca al rodear el verdín que mecía entre los ecos de las rocas de un jardín hecho con arte, ciencia y magia.
El instrumento de fuego helaba la realidad. Altas drogas balanceaban incoloras en la noche.
Todo esto favoreció al juicio de la verde fruta, cuyo sentir estaba abalotado por la anterior sesión de mayéutica.
Terminó el juicio, la noche cayó, se levantó, y el mal de eje ya tenía su cura.
El Niño grande presentose ante el juez mago y redujo al conejo a cenizas.
-¡Cuánto fuego abarca el mundo!- dijo el conejo.
-¡Sacalo, sacalo ya!- y no lanzaron el producto.
Estaba todo aplanado un poco pero al final pudimos ver que todo valía la pena.
FINIS
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